Capítulo 05
Ourense

El Miño se abre paso lentamente por la ciudad de Ourense. El pintor Parada Justel, miembro de la Generación Doliente, se encuentra retratando a unos niños desnudos sobre la cálida piedra del verano. En la imagen, el siglo XIX toca a su fin. Algunos se asoman traviesos desde lo alto del puente. Es el puente romano, el Puente Viejo, testigo del paso del tiempo. Raro es el viajero que no se detiene a contemplarlo.

Nicolás Muller

Puente romano del río Miño

Ourense, 1950-1957

Archivo Regional de la Comunidad de Madrid
Fondo Nicolás Muller

Ramón Parada Justel

Paseantes e bañistas xunto ao Miño

Ourense,1894-1901

Museo Arxeológico de Ourense

«O pai Miño»

Pastor dos amenceres,
chegas a Ourense e paras,
aquédaste nos xugos das seus pontes
e coma un boi sumiso amansas
o teu andar, a túa presa antiga
de escuma apresurada,
para ollar a cidá calmosamente
e ser o seu espello na alborada
cando as aves espertan

CELSO EMILIO FERREIRO
«Loubanza do Pai Miño»
Onde o mundo se chama Celanova
(Madrid, 1975), 90 [fragmento]

Brais Lorenzo

Pai Miño

Ourense, 2019

Cortesía del autor

Lavandeiras

Nicolás Muller

As Burgas: lavando a ropa en aguas termales

Ourense, 1947-1958

Archivo Regional de la Comunidad de Madrid
Fondo Nicolás Muller

El agua está presente en cada rincón de la ciudad. Varias corrientes fluviales la convierten en un cruce natural de vías de comunicación. En los lavaderos de As Burgas, las mujeres escurren la ropa y la depositan enrollada en los cestos.

Me acuerdo de nuestra visita a As Burgas, las fuentes termales famosas desde tiempos de los romanos. Una de las fuentes nos hizo disfrutar; el agua fluía por un muro de granito, bajo un arco decorado con esculturas, y se derramaba en unos tanques donde las mujeres lavaban la ropa. En cambio, en una de las otras dos fuentes cercanas estaban desollando y escaldando pollos, y en la otra cocinaban carne con agua borboteante. Por los alrededores había carnicerías; las carcasas de los pollos que las mujeres desollaban y limpiaban estaban por doquier, con los olores y colores de los despojos de un matadero. Aquella mezcolanza fétida era un hervidero: gente en movimiento constante, mujeres metidas hasta los tobillos en agua ensangrentada, voces ásperas desgañitándose y el repiqueteo de las cubetas vaciadas; también risas y las notas de canciones elevándose entre las mujeres, como burbujas de vapor escapando de una olla hirviendo.

CATHERINE GASQUOINE
Spain Revisited: A summer holiday in Galicia, 1911

Casa Charles Alberty & Cia (Loty)

Una fuente de As Burgas

Lugo, 1920-1936

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