El Miño se abre paso ante la mirada atenta de sus habitantes. Voces que se alternan, llevándose consigo nuestros recuerdos. En lo alto, la muralla preside el horizonte. Miles de cantos rodados nos hacen recordar la presencia del río. Pío Baroja llegó hasta lo alto y sucumbió a su soberbia.
Lucus Augusti, ciudad romana. Otros tantos viajeros plasmaron sus impresiones en el papel. En verano aquí las aguas del río se llenan de flores. Aún se oyen las voces de los bañistas… El puente romano es la salida hacia el sur.
El valle del Miño
Lugo, 1920-1936
AHPLu_LOTY 28086
«La muralla de Lugo, que dicen que es de origen romano, en algunas partes es soberbia. Desde sus baluartes se descubren hermosos panoramas. El río Miño es también soberbio, muy ancho, muy azul, con orillas frondosas.»
PÍO BAROJA
Sobre la ruta del General Gómez por los caminos de España. De Oviedo a Santiago de Galicia. Estampa (Madrid. 1928). 16/3/1935, página 39.
Puente Romano de Lugo [Ponte Vella]
2023
Pieza audiovisual que nos sumerge en las aguas del Miño a su paso por la ciudad de Lugo y nos remonta cien años atrás. Es verano y los bañistas se divierten alrededor del balneario tras el objetivo de la cámara Antonio Passaporte, Delgado Guisasola y Arribas.
Retrato de bañistas nun trampolín.
Lugo, 1943
Arquivo Municipal. Concello de Lugo.
Colección Delgado Guisasola
Familia Antonio Fernández Márquez
Lugo, 1926
Arquivo Municipal. Concello de Lugo.
Colección Delgado Guisasola
Retrato colectivo de bañistas no río Miño
Lugo, 1926
Arquivo Municipal. Concello de Lugo.
Colección Delgado Guisasola
Retrato dun home pescando nunha barca no río Miño. Lugo, c. 1926
Lugo, c. 1926
Arquivo Municipal. Concello de Lugo.
Colección Delgado Guisasola
Retrato dun grupo de persoas á beira do Río Miño
Lugo, c. 1926
Arquivo Municipal. Concello de Lugo.
Colección Delgado Guisasola
Balneario de Lugo. c. 1926
Lugo, c. 1926
Arquivo Municipal. Concello de Lugo.
Colección Delgado Guisasola
¡Quén me dera, orelas
do Miño sereno,
ser un daqués cómaros
que en vós tén asento!
co espaço por teito.
ROSALÍA DE CASTRO
«Eu levo unha pena»,
en Follas novas
(Madrid, 1880), 231.
