No es de extrañar que a finales del siglo XIX fotógrafos venidos de lejos se instalaran en la desembocadura del Miño y permanecieran a su lado el resto de sus días. Ante una realidad cambiante y el horizonte de un cauce abierto al mar, las posibilidades de creación eran infinitas.
En la actualidad son cada vez más los artistas que, con su particular mirada, encuentran aquí un lugar para desarrollar su obra. Óleos, acuarelas, instalaciones, escultura, murales, collages… Del realismo más preciso a la abstracción más expresiva, cada uno desvela sus impresiones en esta colección de entrevistas.
El patio de la casa natal del pintor Xavier Pousa nos recibe para adentrarnos en un viaje por su pintura en torno al río que le vio crecer. Ni los años de formación en la Real Academia de Bellas Artes en Madrid ni los viajes al extranjero le impidieron regresar siempre al lugar donde habita hoy su memoria.
1979
Familia Xavier Pousa
Corría el año 1978 cuando un grupo de artistas decidieron llenar las calles de la ciudad de Cerveira de arte. La expresión artística encontraba su lugar tras el paréntesis de una larga espera. Desde entonces, la Bienal Internacional de Arte de Cerveira no falta a su cita. Innovación y tradición se dan la mano a orillas del río Miño.
Las flores de la portada de un viejo vinilo nos adentran en un universo donde los jardines permanecen ocultos. En un proceso de exploración constante, la artista viguesa comparte secretos y anhelos. Al final todo es cuestión de querer dar el salto. Suena la música: Madame Butterfly.
«Pinto lo que veo… veo lo que siento». Así se define este artista polifacético que encuentra en la naturaleza un lugar perfecto para expresar lo que siente y reflexionar sobre el significado del río como metáfora de la propia vida.