La desembocadura del Miño
desde el Miradouro do Cervo
Vila Nova de Cerveira, Portugal, 2023
Desde el Miradouro do Cervo las aguas del Miño discurren tranquilas a su encuentro con el océano Atlántico. La impermeabilidad del granito asegura la intensidad del azul. En un intercambio de aguas saladas y dulces marcado por el vaivén de las mareas, la vida en el estuario descansa entre islas, bancos de arena y marismas saladas.
En invierno las aves del norte hacen su parada estratégica para continuar rumbo a África. A lo lejos se eleva el monte de Santa Tegra un lugar privilegiado, por donde el mar entra y se lleva consigo nuestros recuerdos.
El gran río en el último trozo de su estuario en lucha con la fuerza de la marea, cubre y descubre bancos arenosos en largas elipses entre Tabagón y Camiña, en paisaje de incomparable sintetismo de motivos y formas de seductor interés para los espíritus preocupados de la evolución de la morfología terrestre y la estética de sus conjuntos.
OTERO PEDRAYO
Guía de Galicia
Galaxia, Vigo, 1954
(Primera edición, 1926)
La desembocadura del río Miño desde la montaña de Santa Tegra.
Las montañas del fondo pertenecen a Portugal.
Postales coloreadas. 1926 ca
Col. Antonio Martínez. Museo de Pontevedra
Grupo de pessoas na Ponte sobre o Rio Coura
Caminha, Região dos Vinhos Verdes, 1939-1940
Centro Português de Fotografia
Leitor, se aprecias sensaçoes que te encantem, ñao passes por Caminha sem subires ao baluarte de Santo Antonio, para extasiares n’este magnifico panorama.
Aquí estamos no alto. Á esquerda o océano a roncar. Em nossa frente, na margen da Galliza, a colosal e recortada montanha de Santa Tegra, de effeito ainda mais oimponenete por ficar entre duas planicies, toda verdejante na falda, no cimo ouriçada e silvestre. Na mesma frente o rio Minho em toda a sua largura a desaguar na foz. Na margen portuguesa, defronte da montabha de Santa Tegra, Caminha, a candida, beijada pelo Minho, o beijada tambem á sua direita por outro rio, pelo Coura, que ali mesmo vem misturar-se no Minho
Antonio da Costa
«NO MINHO»
Lisboa, 1874
Allá donde el Miño se encuentra con el Atlántico, Antonio Martínez nos habla de su pasión: la fotografía. Una vida entera de búsqueda y custodia. El único propósito, salvaguardarlas del olvido.
Serie de postales realizada por el maestro pionero de la fotografía Ramón Buch y Buet
A Guarda, c.1870
Colección Antonio Martínez
El sol se pone al fondo del Atlántico. Nuestro viaje toca a su fin. Hemos recorrido más de 300 kilómetros desde que sentimos el primer latido del río. A veces sin aliento, sorteando obstáculos, se lleva los trozos de vida que hemos ido depositando en sus aguas, como sedimentos que conforme avanzan van mutando. La línea de encuentro entre el agua dulce y el agua salada se hace cada vez más nítida.
¡Adiós, riberas del Miño!
mis ojos no pueden veros
y lloran al ofreceros
un recuerdo de cariño.
Empecé á saber sentir
en tu perfumado suelo...
bajo el azul de tu cielo
quiero, Galicia, morir!
FILOMENA DATO MURUAIS
Madrid, marzo, 1875
«Á Galicia»
Penumbras, Madrid, 1880
Tamén eu algún día
sombre serei, pro sombra namorada,
e voltarei a ti coas anduriñas
nunha outra mañán crara
pra ollarte pasar
—forte varón da auga—
i escoitar e teu canto de esperanza.
CELSO EMILIO FERREIRO
«Loubanza do Pai Miño»
Onde o mundo se chama Celanova
(Madrid, 1975), 90 [fragmento]