Las fértiles riberas del Miño nos conducen a la comarca de Ribeiro. Desde el Mirador dos Chaos la quietud es total. A lo lejos un hombre y una mujer podan las vides para la nueva cosecha. Nos encontramos en el curso medio del Miño. Los ríos Avia, Arnoia y Barbantiño hacen su aparición de entre los valles.
Las uvas se impregnan del sabor del Atlántico, no tan lejano a pesar de la sensación de recogimiento que nos invade. Aquí es difícil no dejar atrás alguna aldea con su pequeña iglesia o un convento que nos transporte a la Edad Media.
El vino nuevo se bebe en cantidades considerables inmediatamente después de la vendimia, cuando da una impresión del verdadero jugo de la uva, con el sol todavía dentro.
AUBREY F. G. BELL
(Corresponsal del Morning Post)
Spanish Galicia, 1922
Todo morreu, todo é tan só memoria
do tempo fuxidío ou da borralla.
Somente ti non morres, permaneces
—proteico tren de prata
sobre un carril de seixo-
e rodas sin cesar e nunca pasas.
CELSO EMILIO FERREIRO
«Loubanza do Pai Miño»
Onde o mundo se chama Celanova
(Madrid, 1975), 90 [fragmento]
En el Museo Etnolóxico de Ribadavia se conserva un tesoro para todo amante de la Historia de la Fotografía: la colección Foto Chao. Iniciada en torno a 1870 por Serafín Rodríguez, es una oportunidad única para sumergirse en el pasado de la comarca y sus gentes. Escenas de la vida cotidiana tomadas al aire libre con la propia ciudad como decorado. Lo único que cambia conforme avanzan las décadas son sus protagonistas y las técnicas empleadas: de la albúmina y la placa fotográfica al negativo de 35 mm y la diapositiva. Retratos entrañables tomados gracias a la profesionalidad de una saga de fotógrafos que no cesó en el empeño hasta el año 2005.